Liceo Luis Urbina Flores

El Liceo Luis Urbina Flores, ex Liceo de Hombres de Rengo fundado en 1878, significó una oportunidad de acceso a la educación profesional para los jóvenes de entonces y de hoy, además de constituir parte fundamental de la historia y de la memoria de la ciudad. Levantado un año antes de que estallara la Guerra del Pacífico (1879-1883), cuando el pueblo contaba con unas pocas escuelas para una población mayoritariamente rural, fue parte de la estrategia educativa expansiva de la república, cuyo fin era establecer un liceo fiscal en cada provincia para educar a las elites masculinas.

La guerra trastocó los planes educativos y el liceo debió cerrar sus puertas junto con instalarse ya que el poblado fue plaza militarizada. Varios profesores y estudiantes fueron enrolados en el Batallón Colchagua por lo cual el liceo permaneció clausurado hasta 1885, una vez terminada la guerra. Ese año comenzó funcionando en una casa arrendada y no fue hasta 1913 que Rengo contó con un hermoso e imponente edificio escolar levantado en la Plaza de Armas para recibir a los estudiantes de la región. Décadas más tarde, los daños causados por el terremoto de 1985 obligaron a dejar aquel significativo inmueble y trasladar el establecimiento a su actual ubicación de calle Alonso de Ercilla #51.

En esos primeros años de funcionamiento, precarios pero entusiastas, los alumnos del liceo publicaron su primer periódico escolar semanal con el fin de entregar a la juventud “lectura amena y conocimientos útiles”. Lo llamaron La Luz, apareció por primera vez en noviembre de 1893, y fue una de las tantas publicaciones de prensa escolar creadas por los estudiantes de los diversos liceos del país. Más tarde el Liceo de Rengo publicó otras revistas y periódicos, entre las cuales estuvo La Flecha (1923-1924) y Horizontes (1925-1927-1930).

El liceo ha sido un punto neurálgico para el desarrollo de la ciudad y hoy se enorgullece de conservar parte de los documentos de su pasado en el Archivo histórico LUF, gracias al apoyo y gestión del Programa de Archivos Escolares de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y al Programa de Apoyo al Desarrollo de Archivos Iberoamericanos, ADAI.

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